miércoles, 14 de marzo de 2012

Cuaresma 2012


La cuaresma del latín “quadragésima” es el “cuadragésimo día antes de la pascua”. Es un periodo del tiempo litúrgico que comienza el Miércoles de Ceniza y finaliza el Domingo de Ramos. Son 40 días de preparación para la gran fiesta de la Pascua. Es tiempo para arrepentirnos de nuestros pecados, y de cambiar algo de nosotros para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo.

La Cuaresma tiene cinco domingos más el Domingo de Ramos (Domingo de la Pasión), en cuyas lecturas los temas de la conversión, el pecado, la penitencia y el perdón, son dominantes. No es un tiempo triste, sino más bien meditativo y recogido. Es, por excelencia, el tiempo de conversión y penitencia del año litúrgico.

• Primer Domingo de Cuaresma: 26 de Febrero de 2012

• Segundo Domingo de Cuaresma: 4 de Marzo de 2012

• Tercer Domingo de Cuaresma: 11 de Marzo de 2012

• Cuarto Domingo de Cuaresma: 18 de Marzo de 2012

• Quinto Domingo de Cuaresma: 25 de Marzo de 2012

• Romingo de Ramos: 1 de Abril de 2012

La práctica de la Cuaresma data del siglo IV, cuando se da la tendencia a constituirla en tiempo de penitencia y de renovación para toda la Iglesia, con la práctica del ayuno y de la abstinencia.

lunes, 20 de febrero de 2012

Miercoles de Ceniza


El Miércoles de Ceniza
es el primer día de la Cuaresma en los calendarios litúrgicos católico, protestante, y anglicano. Se celebra cuarenta días antes del inicio de Semana Santa, es decir, del Domingo de Ramos.
Este día cae en diferentes fechas año a año, de acuerdo a la fecha móvil de Pascua. Puede acontecer entre el 4 de febrero y el 10 de marzo.

¿Por qué miércoles?
Cuando en el siglo IV, se fijó la duración de la Cuaresma en 40 días, ésta comenzaba 6 semanas antes de la Pascua (Para calcular la fecha de la Pascua se usaba el Computus), en domingo, el llamado domingo de "cuadragésima". Pero en los siglos VI-VII cobró gran importancia el ayuno como práctica cuaresmal. Y aquí surgió un inconveniente: desde los orígenes nunca se ayunó en día domingo por ser "día de fiesta", la celebración del día del Señor. Entonces, corrieron el comienzo de la Cuaresma al miércoles previo al primer domingo

Imposición de la ceniza
Este día, que es para los católicos día de ayuno y abstinencia, igual que el Viernes Santo, se realiza la imposición de la ceniza a los fieles que asisten a misa. Estas cenizas se elaboran a partir de la quema de los ramos del Domingo de Ramos del año anterior, y son bendecidas y colocadas sobre la cabeza o la frente de los fieles como signo de la caducidad de la condición humana; como signo penitencial, ya usado desde el Antiguo Testamento; y como signo de conversión, que debe ser la nota dominante durante toda la Cuaresma.
En el rito católico la imposición de la ceniza es realizada por el sacerdote sobre los fieles. El sacerdote puede hacer una cruz con la ceniza en la frente de los fieles o dejar caer un poco de ceniza en su cabeza. En el caso de los clérigos se puede aplicar en la tonsura. Mientras lo hace puede emplear una de las siguientes frases extraídas de las Escrituras:
  1. Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás (Gn. 3:19)
  2. Arrepiéntete y cree en el Evangelio (Mc. 1:14-15)
Es costumbre dejar y no lavar la ceniza hasta que esta desaparezca por sí misma.

Origen de la costumbre
Antiguamente los judíos y otros pueblos de Oriente Próximo acostumbraban a cubrirse de ceniza cuando hacían algún sacrificio y los ninivitas también usaban la ceniza como gesto de arrepentimiento profundo. La Biblia menciona múltiples ocasiones y pueblos que utilizaban la ceniza en significado de duelo como en Mt 11:21.
En los primeros siglos de la Iglesia, las personas que querían recibir el Sacramento de la Reconciliación el Jueves Santo, se ponían ceniza en la cabeza y se presentaban ante la comunidad vestidos con un "hábito penitencial". Esto representaba su voluntad de convertirse.
En el año 384 d.C., la Cuaresma adquirió un sentido penitencial para todos los cristianos y desde el siglo XI, la Iglesia de Roma solía poner las cenizas al iniciar los 40 días de penitencia y conversión.
Las cenizas que se utilizan se obtienen quemando las palmas usadas el Domingo de Ramos del año anterior. De acuerdo a la Tradición, esto recuerda que lo que fué signo de gloria pronto se reduce a nada.
También, fue usado el período de Cuaresma para preparar a los que iban a recibir el Bautismo la noche de Pascua, imitando a Cristo con sus 40 días de ayuno.
La imposición de ceniza es una costumbre que recuerda a los que la practican que algún día vamos a morir y que el cuerpo se va a convertir en polvo.

viernes, 30 de septiembre de 2011

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miércoles, 28 de septiembre de 2011

El Amor de Dios

DIFERENCIA ENTRE EL AMOR DE DIOS Y EL AMOR DEL HOMBRE
La diferencia básica entre el amor de Dios y el del hombre es que Dios ama a los enemigos, la humanidad entera, y no espera la recompensa, es decir no necesita ser amado antes, sino que ama por naturaleza, porque el poder de Su amor es mayor que todo sentimiento que conocemos, y Su benignidad nos guía al arrepentimiento. Dios sabe cual es el resultado del amor por los enemigos, lo ha visto en la Cruz, El sabe el resultado en nuestras almas para la eternidad y le ha merecido y le merece la pena la gran batalla por nosotros, por sus hijos. Un buen padre lucha por sus hijos en el mundo, ¿cómo no lucharía nuestro Padre por nosotros para la eternidad?
El amor de Dios es tan fuerte hacia nosotros que ha dado a Su Hijo Unigénito entregándole en la Cruz para morir en nuestro lugar, por nuestro pecado, o error, debido a nuestra desobediencia a Dios, esto es que queremos que Dios sea como cada uno de nosotros lo concibe en lugar de hacer Su Palabra: ...Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. 1Juan 2:17. Esa voluntad es que recibamos al Hijo de Dios como nuestro Salvador, porque Él es el que bautiza con el Espíritu Santo. Esto para los que le hemos oído estando en este cuerpo, pero también se encontrarán con Él y Le oirán tras la resurrección los que tuvieron y tienen un corazón volcado hacia Dios pero no conocieron el Evangelio.
El amor del hombre sin embargo está enfocado básicamente en dos cosas, primero en sus instintos animales, incluida la maternidad, y segundo, el amor del hombre natural le guía a buscar el disfrute egoísta de lo que tiene a su alcance, sin mirar al prójimo. El hombre por lo tanto ama el dinero, el poder, el éxito ante los demás, busca ser reconocido, ser el líder, ganar en la competición a base de humillar y batir a su prójimo, y para ello mata y está matando diariamente, como vemos en las noticias cada día. El amor del hombre solo piensa en él mismo, es enemigo de Dios, es del diablo, ni siquiera mira a su Creador.
El amor del hombre se diferencia poco del amor animal, que es por instinto de supervivencia meramente y como mucho de su propio clan, a veces ni eso, Caín y Abel. Si tuviéramos que hacer un resumen de la humanidad que presentarle a Dios y ver desde fuera el resultado del mundo del hombre, ¿Cómo explicaríamos las atrocidades cometidas, el hambre, las guerras, los gobiernos buscando solo el dinero y el poder? No podemos decir que el hombre tenga amor, sino afán por dominar, no tiene amor de Dios.



lunes, 29 de agosto de 2011

Toma tu cruz y sígueme

Marcos 8, 34-9,1

Llamando a la gente a la vez que a sus discípulos, les dijo: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará. Pues ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si arruina su vida? Pues ¿qué puede dar el hombre a cambio de su vida? Porque quien se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles
Y añadió: Yo les aseguro que algunos de los de aquí presentes no morirán sin haber visto primero que el Reino de Dios ha llegado ya con todo su poder.

Reflexión

¿Quién puede soportar estas palabras? ¿Seremos capaces realmente de seguir esta doctrina que se nos presenta hoy? ¿Podremos vivir el significado cristiano de la palabra abnegación?

Son algunas preguntas que se me presentan al leer este pasaje. Cristo es claro: seguirle significa dolor, sufrimiento y abnegación. Sí, significa todo esto más la salvación eterna. Pero ¿qué quiere decir eso de salvación eterna? Muy fácil, es la plenitud de la propia felicidad, es el cielo, vivido con Jesús y María, y todas las demás potestades.

Ya los antiguos, tenían la certeza que existía un mundo después de esta vida, por eso no tiene que extrañarnos que Jesucristo nos quiera dar como premio la vida eterna.

Con una motivación tan fuerte, el sacrificio propio queda transformado como un medio para llegar a tener la felicidad que anhelamos. Ofrezcamos los pequeños sacrificios de nuestra vida diaria, para que Dios los convierta en gracias de salvación.

miércoles, 10 de agosto de 2011

El Señor Jesús instituyó su única Iglesia Católica para continuar la redención y reconciliación de los hombres hasta el fin del mundo. Dio a sus Apóstoles sus poderes divinos para predicar el Evangelio, santificar a los hombres y gobernarlos en orden a la salvación eterna.


Por eso la Iglesia Católica es la única verdadera fundada por Jesucristo sobre San Pedro y los Apóstoles; y todos los hombres estamos llamados a ser el Pueblo de Dios guiado por el Papa, que es el sucesor de San Pedro y Vicario de Cristo en la tierra.



La Iglesia Católica es también el Cuerpo Místico de Cristo, porque, como en un cuerpo humano, Cristo es la Cabeza, los bautizados somos los miembros de este cuerpo y el Espíritu Santo es el alma que nos une con su gracia y nos santifica. Por esto la Iglesia es también Templo del Espíritu Santo.

En su aspecto visible la Iglesia está formada por los bautizados que profesan la misma fe en Jesucristo, tienen los mismos sacramentos y mandamientos, y aceptan la autoridad establecida por el Señor, que es el Papa.

Estos fieles, por el Bautismo, se hacen partícipes de la función sacerdotal, profética y real de Cristo.